Escherichia coli resistentes a cefalosporinas de 3ª y 4ª generación en explotaciones de rumiantes de la CAPV

El uso inadecuado y la continua exposición a los antimicrobianos han provocado que los microorganismos hayan desarrollado mecanismos de resistencia para asegurar su supervivencia. Como consecuencia, muchos antibióticos están perdiendo su eficacia frente a algunas bacterias. La OMS ha definido una lista de antimicrobianos de importancia crítica (aquellos que son la única o una de las pocas terapias disponibles para tratar a pacientes con infecciones causadas por bacterias multi-resistentes). En ella se incluyen antibióticos β-lactámicos como las cefalosporinas de 3ª y 4ª generación y los carbapenemes. En el caso de Escherichia coli, el mecanismo más importante de resistencia a los β-lactámicos es la producción de enzimas tipo β-lactamasas de espectro extendido (BLEE), cefalosporinasas AmpC y carbapenemasas.
Con objeto de estimar la prevalencia de E. coli productoras de BLEE/AmpC y carbapenemasas en el ganado bovino y ovino de la CAPV, en NEIKER se ha llevado a cabo un estudio transversal en 300 explotaciones. En ninguna de ellas se encontró E. coli productor de carbapenemasas, pero sí E. coli productor de BLEE/AmpC con unas prevalencias de explotaciones positivas del 32.9% en bovino de leche, 9.6% en bovino de carne y 7.0% en ovino. Muchos de los aislados resistentes a cefalosporinas mostraron co-resistencia a otros antimicrobianos, fundamentalmente a tetraciclina, sulfametoxazol, trimetoprima y ciprofloxacina. Sin embargo, todos los ellos fueron sensibles a tigeciclina, imipenem, meropenem y colistina.
El análisis del genoma completo de 66 aislados de E. coli permitió identificar 52 genes de resistencia adquirida y mutaciones puntuales en otros 4 genes. El gen blaCTX-M-14 fue el más común entre los genes tipo BLEE, mientras que entre los tipo AmpC se detectó principalmente blaCMY-2. La mayoría de los genes BLEE/AmpC se localizaron en plásmidos que además portaban una gran variedad de otros genes de resistencia. La presencia de genes de resistencia en plásmidos supone un mayor riesgo puesto que facilita la transferencia de dichos genes a otras bacterias.
El incremento de E. coli resistentes a cefalosporinas de 3ª y 4ª generación es un problema en Medicina Humana, algo que como se demuestra en este estudio, también afecta al ganado bovino y ovino. Al igual que aquí, en otros países europeos también se observa una mayor prevalencia de E. coli productor de BLEE/AmpC en ganado bovino de leche, situación que quizás esté asociada al mayor uso de cefalosporinas en la terapia de procesos que afectan de manera más específica a este sistema productivo (mamitis, infecciones podales, fundamentalmente). Los datos relativos al ganado ovino derivados de este estudio suponen una importante contribución, ya que no existen demasiados estudios en pequeños rumiantes. La ausencia de E. coli resistentes a carbapenemes en rumiantes de la CAPV es tranquilizador, puesto que las cepas de E. coli productoras de carbapenemasas se han convertido en un grave problema de Salud Pública.

Para más detalle, este estudio está publicado en la revista científica Applied and Environmental Microbiology DOI: 10.1128/AEM.00742-20 https://aem.asm.org/content/early/2020/05/25/AEM.00742-20

Fotografía: NEIKER-Sanidad Animal

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