La sanidad animal como pilar del enfoque One Health

La salud de las personas, los animales y el medio ambiente están profundamente interconectadas. Esta es la base del concepto One Health o Una sola salud, definido por la Organización Mundial de la Salud como un enfoque integrador que busca optimizar de forma sostenible la salud global a través de la colaboración entre disciplinas. Esta perspectiva adquiere cada vez mayor relevancia frente a desafíos como las enfermedades zoonóticas y la resistencia a los antimicrobianos, ya que reconoce que factores como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o los cambios en los sistemas de producción pueden favorecer la aparición y propagación de nuevas enfermedades. En NEIKER llevamos años aplicando este enfoque para buscar soluciones científicas que integren los distintos ámbitos implicados en la salud global.

En el Departamento de Sanidad Animal de NEIKER en los últimos años hemos centrado parte de nuestra actividad en el estudio de zoonosis como la tuberculosis, la fiebre Q o la gripe aviar, y en los principales patógenos transmitidos por alimentos, como Salmonella, Listeria, Campylobacter y E. coli. A ello se suma una línea prioritaria sobre resistencia a antimicrobianos, una de las principales amenazas sanitarias a nivel global. Nuestros proyectos combinan estudios epidemiológicos, desarrollo y mejora de técnicas de diagnóstico, y también, la evaluación de estrategias preventivas, como el desarrollo de vacunas e inmunoestimulantes o la selección genética de los animales para recría. Todo ello con el fin de prevenir enfermedades, reducir el uso de medicamentos y contribuir a la resiliencia de los animales de granja.

Aplicar el enfoque One Health requiere una estrecha colaboración entre sectores. En NEIKER trabajamos junto a profesionales del sector productivo, la salud pública y el medio ambiente, estando este último focalizado principalmente en la fauna silvestre como reservorio de enfermedades. Muchas veces la fauna silvestre, debido a su libertad de movimientos, es el vehículo perfecto para la diseminación de enfermedades tanto zoonóticas como de otras que sólo afectan a la ganadería.

Por otra parte, el cambio global está modificando los patrones de distribución de vectores como mosquitos y garrapatas, facilitando la propagación de enfermedades emergentes. A esto se suma la presión sobre los recursos naturales, que obliga a la fauna silvestre y doméstica a compartir hábitats, aumentando el riesgo de transmisión de patógenos. En este contexto, la vigilancia epidemiológica y la capacidad de anticipación son fundamentales. Detectar de forma rápida nuevos focos infecciosos permite reaccionar con prontitud, limitar su extensión y reducir su impacto.
Adoptar el enfoque One Health permite responder de manera coordinada a amenazas sanitarias complejas, impulsar la prevención y promover el uso responsable de los antibióticos. Para ello es fundamental reforzar las redes de laboratorios de salud humana y de sanidad animal y el intercambio de la gran cantidad de datos recogidos por los diferentes agentes necesitados de un análisis conjunto, lo que nos permitirá estar mejor preparados para desafíos futuros.

Infografía: NEIKER- Sanidad Animal

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